Si te fijas en la naturaleza, encontrarás que los seres que la conforman no se dedican a vivir en sufrimiento, sino que están dotados con un poder de sanación único, cuyo objetivo es permitir su existencia en su máxima plenitud. Esto no significa que no se enfrenten a situaciones complejas; significa que no se anclan a estas sensaciones y circunstancias, que siempre buscan la manera de aprender y seguir adelante.
Comúnmente se le conoce como empoderamiento y tiene que ver con el compromiso de no vivir una vida en sufrimiento… ese es el primer paso: el compromiso de querer alejarse de una vida desconsolada para uno mismo y para los demás.
El siguiente paso es, conocer tu propósito de vida, para activar el “poder de ser tú mismo”. Para esto es importante que todos los días te des un espacio para cultivar tu alma, conocer tu verdad sagrada y así contribuir en el mundo para hacerlo un mejor lugar.
Para crear este espacio debes tener una verdadera intención de hacerte consciente de ti mismo y del mundo que te rodea, a eso le llamaremos construcción de sabiduría: tener la intención de conocer y comprender todo y de servir al mundo a través de quien en verdad eres para poder explorar tus verdaderos sentimientos y ponerlos en concordancia con tu mente.
Es conocer a fondo las habilidades únicas que te hacen ser quién eres y que solo tú puedes aportar, identificando cómo es que tu propósito y tu poder sagrado aportan a tu felicidad y a la de los demás.
No es necesario un espacio físico, un horario específico o cierto tiempo para esta actividad, es darte la oportunidad a cada instante para poder conectar con tu verdadero ser, es practicar la consciencia plena.
La naturaleza de tu alma es darte instrucciones y eso lo hace a través de la intuición: cuando tu corazón es capaz de escuchar la verdad y tu cerebro la acepta como tal, serás capaz de tomar las decisiones que están alineadas con lo más profundo de tu ser.
La forma en la que puedes empezar a crear una conexión íntima con tu ser y tu poder verdadero consta de algunas actividades que, aunque parecen sencillas, tiene su grado de complejidad.
Agradecimiento: Crea el hábito de agradecer por las cosas más simples de la vida, esas que damos por hecho: agradece por estar vivo, por este gran regalo de despertar, sentir, respirar,etc.
Agradece porque cada instante es una oportunidad para aprender, experimentar, cambiar, mejorar y vivir. Por lo tanto, cada instante es una oportunidad para ser feliz, el simple hecho de estar vivo se convierte en la razón de tu agradecimiento.
Congruencia: Es hacer coincidir la forma en la que sientes con la forma en la que piensas. Cuando tu mente y tu corazón actúan en concordancia en la forma en la que tomas decisiones y actúas. Sin duda es un reto lograrlo, sin embargo, es la manera en la que te vuelves un ser completo y empoderado.
Para generar esta integración es necesario también hacerse cargo de la congruencia de las palabras. Entonces ya tenemos tres componentes: mente, corazón y lenguaje. Este último, el lenguaje, es una consecuencia de lo que pensamos y sentimos y es el medio a través del cual creamos nuestra realidad.
Una forma de empezar a identificar las incongruencias es detectando las veces que pensamos y sentimos diferente, y resolver este conflicto bajo la idea de nunca traicionar nuestros sentimientos.
Siempre se honesto contigo mismo, no te creas todas las cosas que tu mente piensa, pero siempre confía en lo que tu corazón te dice.
Una de las cosas que evita esta congruencia es el poner nuestro enfoque en lo externo y no en nuestro paisaje interior. Decide mirar tu interior y validar la congruencia que existe entre tu mente y tu corazón, así podrás convertirte en un ser completo y empoderado: esta es la definición de la espiritualidad.
Conocer tus valores: Saber cuáles son los códigos que dirigen tu vida, tus pensamientos, tus sentimientos, tu trato con los demás, tu trato hacia ti mismo es lo mismo que conocer tu poder personal.
Haz una lista de tus valores e identifica los que te parezcan más desafiantes y aquellos que no estás dispuesto a sacrificar por nada ni nadie, finalmente vive por y en congruencia con ellos.
Si no conoces tus valores, todo lo externo te puede controlar o descontrolar, conocerlos generará un alto grado de confianza en ti mismo que a su vez te dará la valentía y fuerza para transitar la vida a tu manera.
¿Confías en ti mismo?
El desarrollo de una vida espiritual tiene mucho que ver con la confianza en uno mismo. Por lo que emprender el camino hacia la consciencia plena es un viaje al interior, para que descubras qué te hace funcionar, qué te mueve en la vida, conocerte a ti mismo y encontrar la mejor forma de relacionarte con tu verdad.
Si no conoces las razones por las cuales puedes confiar en ti mismo, nadie más lo hará, nadie más podrá confiar en ti. Esa falta de confianza se puede resumir en que no has podido cumplir tu palabra contigo mismo, es decir, no te has dedicado a conocerte, a identificar tu verdad, tus valores y, por lo tanto, no has logrado honrarte a ti mismo y a lo que representas.
La espiritualidad te lleva por un camino de auto descubrimiento de estas razones y valores que te hacen ser congruente y en consecuencia confiable. Es indispensable el compromiso contigo mismo de seguir el camino de la construcción de tu espiritualidad a través del cual podrás confiar en ti y, por ende, serás capaz de compartir con los demás.
Responsabilidad incondicional: Es saber para qué haces lo que haces, para qué piensas en lo que piensas, para qué dices lo que dices y para qué actúas como actúas.
Esto es hacerte responsable al 100% de ti mismo y de la calidad de persona que decides ser, al final del día, el único viajero de tu vida, eres tú y solo tú, por lo que has sido, eres y serás el único responsable de lo que suceda en ella.
Conviértete en el gobernante de tu poder. Tu energía vital es la sustancia más valiosa, conviértete en tu máximo valor, respirarlo y compártelo cada segundo de tu existencia. No te dejes llevar por los comportamientos de los demás ni por como suceden las cosas, si eso no te lleva a una mejor conexión con tu ser interior, no te dejes arrastrar.
En conclusión, se fiel a tu verdad, a tus valores, a tu congruencia y agradece por avanzar en la fortaleza de ser quién eres a pesar de la circunstancia por la que atraviesas. Encuentra una manera de volver lo negativo en positivo, busca una mirada diferente, una posibilidad diferente que te acerque más a la persona que quieres ser.
Recuerda, todo lo que somos y hacemos tiene que beneficiarnos a todos. Todo lo que haces importa, cada palabra que dices, cada actitud que tomas, todo ello suma al colectivo del universo. Todos estamos en este viaje y solo la compasión, la bondad y la colaboración puede mejorar el mundo en el que vivimos.
Si la vida que vives no te gusta, tal vez, sea tu alma diciéndote que algo debes modificar, las sesiones de Coaching de Vida están disponibles para ti, para ayudarte a darle claridad a tu camino.
Reserva aquí tu primera sesión, me dará mucho gusto acompañarte a que descubras el poder de ser tú mismo.
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